13 septiembre 2016

Confesión 9012

Confesión 9012
Él era mino, mino, MINO. Lo amaba, todas las pendejas del liceo lo amábamos. 1,80m rubio, ojos verdes, bronceadito por el sol. Su familia era una de las más cuicas que había donde vivíamos, de estas mansiones que destiñian con las poblaciones del popu chileno, con una mamá de esas viejas de la tele rubias y flaquitas tipo modelo, y un papá como el vino parecido al George Clooney siendo ambos médicos. Con genes así, era imposible que él fuera un poquito más feo. Desde siempre todas nos preguntábamos que hacía ahí con todos en una escuela pública hacinándose en una sala de 20 con 40 compañeros más y luego el liceo, en vez de estar en un colegio privado con los de su especie . Su apellido medio gringo que nunca supe pronunciar mientras que todos eramos Perez y Gonzalez, y lo mejor: era el tipo más buena onda que existía.
Era tan, tan buena onda, y amable y buena gente, de este tipo de chico del que todos quieren hacerse amigos. El meollo del grupo de hombres y quien secaba las lagrimitas de las mismas niñas que se declaraban y él rechazaba. Nunca se le había conocido una polola aunque saliese el "rey feo" cada aniversario del liceo. En 3ro medio quedé con él en el mismo curso, y hablamos por primera vez en las más vergonzosas circunstancias.
Siempre fui timida y alejadita de la mano de dios. Pelo pajoso, y media gordita, como la tipica mina real que con suerte llega al metro sesenta y no las perfectas de la tele que te quieren pintar. Habia una fiesta de bienvenida de curso y me obligué a ir porque no hablaba con nadie y quería cambiar. Fue lo peor. Estuve horas sola en un rincón, y estaban estas minas chulas que se creían ricas cotilleando y riéndose, y yo me sentía a morir. Y estaba este tipo que se quería hacer el "bacán" con los compañeros molestándome con cosas como que con 3 tragos más y me vería "pasable" y entonces me invitaría a bailar para que no estuviera más sola. A esa edad, mi acné era un asco.
Entonces llega él y regaña al tipo, y me invita a bailar y tomo su mano y nos perdemos por la pista. Fue mágico todo y yo ensoñaba, no podía creerlo. Todas querían con él, pero ahí estaba yo juntos toda la noche. Y entonces me reía alto, ganando confianza, y presumiendo. No me dejó sola en toda la noche. Tomamos, hablamos, y me contaba que había que soltarse, no ser tan rígida y así sería fácil hacer amigos. Me acercó al resto, queriendo incluirme, y terminé tomando tanto que para las doce de la noche "me gustas" le dije. Él me miró y sonrió tan lindo como siempre.
-lo siento, pero ya hay alguien que me gusta-me dijo, y yo pensé que era la típica excusa barata para salir del lío, y estaba bien. A esa edad todos se comportaban como simios hablando obscenidades y siendo morbosos, pero este tipo era tan buena gente de esas personas que nacen con ángel.
Ese lunes llegué muerta de vergüenza, sin poder ni mirarlo, pero como si nada hubiese pasado me saludó e incluyó nuevamente al curso. Mi admiración hacia él crecía más y más.
Al avanzar del curso (yo venía de otro liceo) me hice más cercana a otro chico que tenía una vida muy difícil. Aunque no llegamos a ser "amigos" propiamente tal, él era reservado y se sentaba solo en los últimos puestos. Era bajito y morenito, pero muy masculino. Nunca iba a nada porque no tenia plata y me fui enterando de a poco: su mamá era drogadicta y murió al tenerle y estuvo en el sename hasta los 10. Su papá era alcohólico y su madrastra horrible. Sus hermanastros 5 y 7 años mayores siempre le golpeaban, etc.
Fue saliendo de 4to medio, para el paseo de curso a Pucón, que se puso a llover en el sur y salí a la terraza a mirar las nubes.
-No puedes terminar conmigo, te amo -escuche de un lado la voz de mi amor plátonico, el rubio de 1,80m
-Ya terminamos. Además el otro año te irás a la universidad a santigo y yo tendré que quedarme. Tendré que trabajar, nunca iré a la universidad, y tus papás nunca me van a querer.
-No importa, nos vamos juntos, podemos arrendar cualquier pieza.
-No... -Decía este, mi más cercano en el curso (el morenito, reservado). Que ya estaba cansado de que al otro se le vinculara con tantas niñas, y etc.
Fue la cosa más rara del mundo. Me quedé viéndolos, parecían tan tristes y desesperados que me dio hasta pena. Entonces estos me vieron al rato y lo único que atine a hacer fue a levantarme de brazos y decir "no diré nada, lo juro!" saliendo corriendo.
A los dos días regresamos a casa, yo entré a la UdeC como varios, y lo último que supe fue que este (el morenito) su papá se iba a la cárcel, parece, por acuchillar a un tipo en una pelea de barrio e iba a tener que hacerse cargo de una media hermana chica de 7 años, y que el rubio de ojos verdes había quedado en la U de Chile mudándose para allá con los papás.
Este año, para las vacaciones de invierno, nos juntamos los antiguos compañeros de liceo para ir a la nieve. Y ahí llegaron los dos, de la mano. 13 años llevaban juntos, estuvieron desde 7mo básico, se habían casado 3 años atrás en argentina, y andaban buscando casa para mudarse de santiago al sur.
Miré a mi pololo a quien en alguna oportunidad le había contado sobre ellos, preguntándome qué habría sido de su amor. Ambos sonreímos.
-Owww <3 nada es imposible -Coraline
pd: seguire comprando el kino, no me rendire jajaja

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