Confesión 9862
Ya han pasado muchos años pero suelo recordar esto, quizá me marcó lo suficiente y hoy estudio en la gloriosa algo de la salud.
Solía estudiar en un colegio religioso mixto algo estricto de esos en los que todas las mañanas a las 8 hacías la oración antes que cualquier cosa y cuando tienes 7 años y estás en segundo básico sólo lo haces.
A mitad de marzo llegó un nuevo compañero... le pondremos José, él era muy blanco, pálido con ojos claros escondidos bajo enormes ojeras, casi esqueletico y sin nada de pelo.
No se, tengo vagos recuerdos de haber escuchado que no era de muy buena salud o que no hacia ed física con nosotros pero se que se sentaba atrás mío en el último puesto de la sala y nunca voy a olvidar lo malo que eran los niños con él. Siempre lo molestaban, ni idea por que pero simplemente no encajaba con los demás así que todos solamente habían decidido hacerle la vida imposible (aunque con 7 años no creo que hayan estado tan consciente).
Como siempre fui introvertida no compartía mucho con los demás pero si recuerdo haber hablado con él, era un buen niño, era especial a su modo y nadie lo entendía.
En abril suele celebrarse eso de la última cena así que como es usual haríamos el ritual del pan y el vino con jugo de uva. Recuerdo que la profesora asignó a compañeros para que trajeran las cosas y como voluntario José ofreció pan, así que el día del ritual llegaron todas las cosas y el pan hecho por la mamá de José, desde aquí no se bien como pasó todo pero todavía recuerdo y nunca olvidaré la cara de ese niño huesudo llorando desconsoladamente en su mesa porque ningún niño quiso comer del pan que el amablemente se había ofrecido a traer, a mi me tocó de su pan y lo comí, estaba bueno, no entendía la razón de ese rechazo, la profesora lo consoló e hizo que la clase se disculpara.
De aquí en adelante a pesar de mi personalidad traté de no dejarlo solo pero bastó un par de semanas para que nunca más volviera al colegio... a veces me pregunto si sólo se cambió de colegio o si realmente estaba enfermo...me quedo pensando y me pregunto si estará estudiando para ser piloto como él soñaba.
A mitad de marzo llegó un nuevo compañero... le pondremos José, él era muy blanco, pálido con ojos claros escondidos bajo enormes ojeras, casi esqueletico y sin nada de pelo.
No se, tengo vagos recuerdos de haber escuchado que no era de muy buena salud o que no hacia ed física con nosotros pero se que se sentaba atrás mío en el último puesto de la sala y nunca voy a olvidar lo malo que eran los niños con él. Siempre lo molestaban, ni idea por que pero simplemente no encajaba con los demás así que todos solamente habían decidido hacerle la vida imposible (aunque con 7 años no creo que hayan estado tan consciente).
Como siempre fui introvertida no compartía mucho con los demás pero si recuerdo haber hablado con él, era un buen niño, era especial a su modo y nadie lo entendía.
En abril suele celebrarse eso de la última cena así que como es usual haríamos el ritual del pan y el vino con jugo de uva. Recuerdo que la profesora asignó a compañeros para que trajeran las cosas y como voluntario José ofreció pan, así que el día del ritual llegaron todas las cosas y el pan hecho por la mamá de José, desde aquí no se bien como pasó todo pero todavía recuerdo y nunca olvidaré la cara de ese niño huesudo llorando desconsoladamente en su mesa porque ningún niño quiso comer del pan que el amablemente se había ofrecido a traer, a mi me tocó de su pan y lo comí, estaba bueno, no entendía la razón de ese rechazo, la profesora lo consoló e hizo que la clase se disculpara.
De aquí en adelante a pesar de mi personalidad traté de no dejarlo solo pero bastó un par de semanas para que nunca más volviera al colegio... a veces me pregunto si sólo se cambió de colegio o si realmente estaba enfermo...me quedo pensando y me pregunto si estará estudiando para ser piloto como él soñaba.
- Me dio penita ='( Quizás ya es un piloto... y uno muy bueno -Sita Garrison
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