Confesión 7436
Soy la persona de la Confesión 7348
Quiero decir unas cuantas cosas:
El padre de mi hija no es el de la confesión 7422, el que inventó una muy mala historia haciéndome ver cual bataclana en unos párrafos pésimamente redactados, no comparables a la redacción casi inmejorable de quien aún hoy me cautiva con todo lo que hay en él.
El padre de mi hija es un caballero, un personaje atípico y de carácter mas bien retraído; educado, particularmente empático, recatado... piolita. No es anarquista. Él es tierno, dulce, aunque suele mostrarse bastante pesado de primeras con la gente. Prácticamente no dice groserías. La coprolalia, como la del usurpador, no es algo característico en él. Cuando le hice clases tenía yo mas de 30 años, venía saliendo de un divorcio. No era profesora en práctica. Y sí: intentando ser objetiva, el causante de mis mas gratos desvelos pudiera parecer mas bien como un tipo "fome".
El padre de mi hija, claro está, dista de ser perfecto. En sus virtudes, está la de gozar de peculiar forma con la música en toda su expresión, sobre todo con la música clásica. Asiduo es a conciertos de esa índole y bastante poco gusta del rock o similares, por lo que jamás me habría invitado a un "local piola de música en vivo". Decir de paso que él sabe que canta bien, y sin hacer alarde de ello, entiende que así es como, por lo menos a mi, me cautiva plenamente. La voz es psicosomática.
El padre de mi hija, debo recordar, se asoció con otra persona en un muy lindo proyecto cultural, del cual no puedo dar mas detalles para proteger la identidad de él, aunque sí puedo decir una sola palabra: libros.
Él, ni siquiera tiene veinte. Está a punto de cumplirlos y parece de mas, bastante mas edad. Yo tengo treinta y cinco.
Se que está leyendo esto, porque llamó apenas leyó mi confesión.
A ti, entonces, ahora digo:
Por Dios que agradezco que, fiel a ti mismo, nos hayamos podido juntar. Valoro tu sinceridad. Admiro que, queriendo mostrarte rudo, hubieras terminado llorando ante mi por la bendición de nuestra hija, que al parecer es igual a la abuela materna. No me perdonarás jamás haberte ocultado algo tan importante, aunque las razones las esgrimí en detalle y abarcan un terreno en donde lo que mas prima es el sentido común.
No te lo dije en persona. Lo digo por acá: eres muy pillo. Estabas peleado con tu novia y quisiste arreglar todo con unos cuantos y bien lindos regalos. Me gusta que la compañera pequeña de quien me hablabas, te haya confundido y estuvieras a punto de decirle que te gustaba. Me gusta como hablas de ella y la imagen que de esa mujer proyectas. Me haces entender que no estás del todo enamorado de tu fea y que ese respeto está transformándose progresivamente en lástima: tu confusión está entre mi y tu compañerita, vuelco que me tiene en ascuas y me alegra.
Ibas a venir a mi casa sí o sí. Tu afán de hacer valer principios superiores como la fidelidad no te dejaron venir conmigo.
Quiero hacer unas preguntas:
(Asministradores: por favor borren la seudo confesión del usurpador y ponga inmediatamente esto!!!)
Puedo volver a decir que adoro tu sonrisa, de niño maldadoso, tu humor tan amplio, tan retorcido a veces y tan tierno cuando quieres?
Puedo decir que quiero que todos los días me cantes una canción y que esta hable de nuestra historia, de la cual tú eres principal artífice?
Puedo decirte que nuestra hija también está enamorada de ti? Le muestro fotos tuyas, las mira en detalle, sonríe coqueta, baja la mirada y sólo dice: "él".
Puedo decirte que apenas puedas, te cambies de carrera? No puedes estar tú estudiando algo en medicina!!!
Apenas puedas, POR FAVOR, di algo aquí mismo y que por ti unos cuantos se enteren, de primera fuente, acerca de todas tus impresiones de esta, nuestra historia.
Y entiéndelo:
Hoy, ya son mínimo 30 mil las personas que saben lo que es evidente.
Hoy, me atrevo a decir en forma sucinta, lo que incluso delante de ti, callé.
Hoy... hoy aquí grito, que te amo.
El padre de mi hija es un caballero, un personaje atípico y de carácter mas bien retraído; educado, particularmente empático, recatado... piolita. No es anarquista. Él es tierno, dulce, aunque suele mostrarse bastante pesado de primeras con la gente. Prácticamente no dice groserías. La coprolalia, como la del usurpador, no es algo característico en él. Cuando le hice clases tenía yo mas de 30 años, venía saliendo de un divorcio. No era profesora en práctica. Y sí: intentando ser objetiva, el causante de mis mas gratos desvelos pudiera parecer mas bien como un tipo "fome".
El padre de mi hija, claro está, dista de ser perfecto. En sus virtudes, está la de gozar de peculiar forma con la música en toda su expresión, sobre todo con la música clásica. Asiduo es a conciertos de esa índole y bastante poco gusta del rock o similares, por lo que jamás me habría invitado a un "local piola de música en vivo". Decir de paso que él sabe que canta bien, y sin hacer alarde de ello, entiende que así es como, por lo menos a mi, me cautiva plenamente. La voz es psicosomática.
El padre de mi hija, debo recordar, se asoció con otra persona en un muy lindo proyecto cultural, del cual no puedo dar mas detalles para proteger la identidad de él, aunque sí puedo decir una sola palabra: libros.
Él, ni siquiera tiene veinte. Está a punto de cumplirlos y parece de mas, bastante mas edad. Yo tengo treinta y cinco.
Se que está leyendo esto, porque llamó apenas leyó mi confesión.
A ti, entonces, ahora digo:
Por Dios que agradezco que, fiel a ti mismo, nos hayamos podido juntar. Valoro tu sinceridad. Admiro que, queriendo mostrarte rudo, hubieras terminado llorando ante mi por la bendición de nuestra hija, que al parecer es igual a la abuela materna. No me perdonarás jamás haberte ocultado algo tan importante, aunque las razones las esgrimí en detalle y abarcan un terreno en donde lo que mas prima es el sentido común.
No te lo dije en persona. Lo digo por acá: eres muy pillo. Estabas peleado con tu novia y quisiste arreglar todo con unos cuantos y bien lindos regalos. Me gusta que la compañera pequeña de quien me hablabas, te haya confundido y estuvieras a punto de decirle que te gustaba. Me gusta como hablas de ella y la imagen que de esa mujer proyectas. Me haces entender que no estás del todo enamorado de tu fea y que ese respeto está transformándose progresivamente en lástima: tu confusión está entre mi y tu compañerita, vuelco que me tiene en ascuas y me alegra.
Ibas a venir a mi casa sí o sí. Tu afán de hacer valer principios superiores como la fidelidad no te dejaron venir conmigo.
Quiero hacer unas preguntas:
(Asministradores: por favor borren la seudo confesión del usurpador y ponga inmediatamente esto!!!)
Puedo volver a decir que adoro tu sonrisa, de niño maldadoso, tu humor tan amplio, tan retorcido a veces y tan tierno cuando quieres?
Puedo decir que quiero que todos los días me cantes una canción y que esta hable de nuestra historia, de la cual tú eres principal artífice?
Puedo decirte que nuestra hija también está enamorada de ti? Le muestro fotos tuyas, las mira en detalle, sonríe coqueta, baja la mirada y sólo dice: "él".
Puedo decirte que apenas puedas, te cambies de carrera? No puedes estar tú estudiando algo en medicina!!!
Apenas puedas, POR FAVOR, di algo aquí mismo y que por ti unos cuantos se enteren, de primera fuente, acerca de todas tus impresiones de esta, nuestra historia.
Y entiéndelo:
Hoy, ya son mínimo 30 mil las personas que saben lo que es evidente.
Hoy, me atrevo a decir en forma sucinta, lo que incluso delante de ti, callé.
Hoy... hoy aquí grito, que te amo.
- Esto no para señores! -Coraline
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