04 junio 2016

Confesión 7786

Confesión 7786
Continuación confesión 7748; El alumno no tan tímido. (Ya que causó tanta sensación, le puse nombre a la historia :P)
La primera confesión la envié sólo unos minutos antes de salir de mi casa al trabajo el día miércoles. Estaba, como dije, muy nerviosa, sobre todo porque tenía clases con Sebastián (ya quedó con ese nombre). Camino al colegio me di cuenta que no sabía su edad, así que como buena profe psicópata, al llegar al colegio fui en busca del libro de clases. Tiene 20. "5 años no es nada" - pensé. "Qué te pasa!? Tiene 20 y aún no saca 4to medio, pésimo partido" - habló mi ángel/diablo discriminador.
Entré a mi primera clase y mientras estaba en eso no podía parar de pensar en los suaves labios de Sebastián y en los pocos minutos que faltaban para la siguiente clase, la que tenía con su curso. Con la ayuda del diablo no discriminador que tenía a mi izquierda, le quitaba esa carita de niño bueno, y algunas otras cosas. El tiempo pasó muy lento hasta que llegó el momento de verlo. Entré a su sala y no estaba en el asiento que suele ocupar (el de justo frente a mi mesa). Saludé de manera muy general mientras dejaba mis cosas y me preguntaba internamente qué había pasado con el dueño de esa boca exquisita. Di un vistazo rápido a toda la sala y comprobé que no estaba. Noté que me puse muy triste, fue raro. En mis clases trato de ser lo más motivante posible, aunque esté con problemas o lo que sea, pero esta vez iba con muchas ganas de verlo, aunque no supiera para qué, y como no estaba ahí me deprimí de un momento a otro. Pasaron unos minutos en los que aburrí como nunca a mis alumnos, ni yo sabía de lo que estaba hablando, hasta que se abre la puerta.
-Profe, puedo pasar?
-Sí, adelante.
Espero que el brillo de mis ojos y el color de mis mejillas no se hayan notado tanto. Él, por su parte, cumplía perfectamente con el "esto nunca pasó". No se sentó en su puesto habitual, sino que más atrás. Pensé que ahí la estaba jodiendo un poco, ya que después de más de 2 meses de clases todos sabían los puestos que cada uno tenía reservados, y se podía ver un poco sospechoso. Luego pensé que nadie lo notaría, con suerte saben en qué clase están. Pasó la hora, llegó el recreo para los alumnos y la hora de salida para mí. Me despedí de todos a medida que iban saliendo de la sala, como suelo hacerlo. Y sí, él fue el último en salir.
-Profe, disculpe por llegar tarde, es que me quedé hablando con el tío Pepe (auxiliar, nombre ficticio) y en realidad igual me puse un poco nervioso y no quería entrar a su clase por lo de...
-Ya, no importa, si igual no te perdiste mucho, estábamos repasando no más.
-Sí sé, si no me importa el repaso, si ya cacho la materia. Pero quería saber cómo se siente usted, cómo ha estado desde que...
-Desde el lunes? bien, un poco cansada no más pero ya queda menos para el viernes (puta que soy pesá cuando quiero - pensé)
-Entonces de verdad nunca pasó? porque para mí sí pasó y si fuera por mí quiero que siga pasando.
(CTM que me gusta este pendejooo!)
Miré hacia el pasillo, ya todos estaban lejos o habían salido a fumar. Nadie iba a escuchar. Ni ver.
-Tampoco quiero que termine aquí, pero tiene que ser algo muy secreto. MUY secreto, crees que se podría?
-De aquí no sale, soy bueno con los secretos.
-Perfecto, yo me voy en un ratito más. Si te puedes correr de clase te veo en la esquina. (Qué cresta estoy haciendo??)
-Ya
Me regaló una sonrisa preciosa y se fue de la sala diciendo "Chao profe". Terminé de arreglar mis cosas y me fui. Minutos después apareció él abrazándome por la espalda. Me sentí taaan adolescente! Me giró hacia él y me miró directamente a los ojos mientras me acariciaba el pelo. Me dio un beso larguísimo, esta vez con harta lengua, con harta pasión y hasta con unas mordiditas locas. Y yo que creía que el primer beso había sido rico. Me miró de nuevo.
-Desde que te vi entrar a la sala por primera vez supe que no iba a poder resistirme tanto tiempo.
-Y yo nunca pensé que fueras capaz de dar el primer paso.
-Los calladitos somos los peores.
-Así dicen.
Ya he hecho muy larga la historia... Cuento corto, nos quedamos un buen rato comiéndonos y, por mi parte, quedé con todas las ganas de seguir en otra oportunidad. Una aventura no le hace mal a nadie, cierto? Sé que necesito ser muy cuidadosa y por ningún motivo quedar en mala con él, para no tener problemas en el trabajo. Es cierto, no está bien pero tampoco está tan mal. Estoy confundida, pero por ahora lo estoy pasando bien. Quedamos en una próxima fecha para vernos y no accedí a darle mi número ni nada, al menos por ahora. El chiquillo tímido de la clase se hacía el tonto no más, porque me ha dado los besos más ricos que he recibido en el último tiempo y tiene unas manos que definitivamente saben lo que hacen.
- La continuación que todos esperaban  -Coraline

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